Historia de la forja

Si bien no se conoce la fecha exacta donde nuestros antepasados descubrieron la técnica de fundir minerales de hierro para producir metal que pudiera ser utilizado, sabemos que los primeros utensilios encontrados por los arqueólogos datan del año 3000 a.C aunque antes ya se empleaban distintos adornos de hierro. En aquella época a los herreros y forjadores se les atribuían poderes mágicos que estaban relacionados con la fuerza y la suerte. Sobre el año 1000 a.C los griegos ya endurecían distintas armas de hierro con tratamiento térmico.

La gran mayoría de aleaciones realizados por los artesanos hasta el siglo XIV d.C estarían clasificadas actualmente como hierro forjado. Estas aleaciones se producían calentando un mineral y carbón vegetal en un horno que reducía el mineral a una masa esponjosa de hierro llena de una escoria formada por impurezas metálicas y cenizas de carbón. La esponja se retiraba mientras permanecía incandescente y se golpeaba con pesados martillos para expulsar la escoria y soldar y consolidar el hierro.

historia forja

A partir del siglo XIV d.C se aumentó el tamaño de los hornos para la fundición y el tiro para forzar el paso de los gases de combustión. En estos hornos el mineral de hierro de la parte superior se transformaba en hierro metálico y absorbía mas carbono, resultado de los gases que lo atravesaban. El producto saliente era el llamado arrabio, aleación que se funde a una menor temperatura, y este se refinaba para la fabricación posterior del acero.

La producción moderna del acero emplea altos hornos que son modelos perfeccionados de los usados antiguamente y el proceso de refinado del arrabio se realiza mediante chorros de aire.